Santa Fe destaca por ser la segunda ciudad más antigua de Estados Unidos, y la capital de un estado más antigua del país. También es la más elevada, ya que se encuentra a 2200 metros sobre el nivel del mar. Además, presume de una belleza única y sofisticada.
A primera vista, Santa Fe demuestra que es una de las ciudades más características del país. Su riqueza histórica y cultural es fruto de influencias indígenas, vaqueras, estadounidenses contemporáneas, españolas y mexicanas.
Al atractivo de la ciudad se suma la belleza natural del entorno. Situada en medio de las Montañas Rocosas meridionales, Santa Fe atrae constantemente a viajeros inquietos, excursionistas, investigadores, esquiadores y escritores, que llegan a disfrutar de su geografía y su clima templado.
El corazón de Santa Fe es esta plaza, que ha presenciado la historia de la ciudad durante más de cuatro siglos. Antiguo punto de reunión y espacio para distintos eventos, la plaza acoge desde mercadillos de artesanías y ferias de arte indígena hasta grandes espectáculos musicales. Está flanqueada por construcciones importantes, como el Palacio de los Gobernadores y la catedral de San Francisco de Asís.
Canyon Road concentra el espíritu creativo de Santa Fe. En esta calle se alinean más de cien galerías de fotografía, arte nativo americano, joyería, cerámica, pintura abstracta y escultura. Asimismo, es el lugar donde se organizan animados festivales de arte callejero.
El MoCNA, situado junto a la plaza de Santa Fe, es una muestra viva de la cultura nativa de la región. Expone miles de pinturas, esculturas, fotografías, ropa, vídeos y otras muestras de arte moderno indígena americano. En la ciudad existen numerosos museos muy interesantes, entre ellos el Museo Georgia O'Keeffe, y vale la pena visitarlos todos.
La capilla de Loreto, construida a finales del siglo XIX en un estilo gótico, se hizo célebre por su hermosa escalera de caracol, una obra maestra de carpintería. La leyenda cuenta que es milagrosa, pues un carpintero desconocido ensambló sus piezas en solo tres meses, sin utilizar pegamento ni clavos.
Situado a 11 kilómetros de la ciudad, el edificio de la Ópera se eleva en pleno desierto de Nuevo México, de cara a las montañas de Jémez y la sierra de la Sangre de Cristo. Por eso, además de los espectáculos de ópera, el público también puede admirar atardeceres maravillosos y tormentas fascinantes.
Acércate a esta región, situada unos 60 kilómetros al noroeste de Santa Fe, para recorrer sus más de 13 000 hectáreas de cañones y colinas. Allí descubrirás petroglifos, viviendas y otras obras de albañilería de culturas indígenas, que fueron construidas hace más de 11 000 años.
Esta es una vieja zona fabril que vivió un período de abandono, y hoy es un placer pasear por sus calles. La zona palpita a un ritmo contemporáneo, gracias a que los antiguos almacenes se han convertido en estudios de arte, tiendas de libros y antigüedades, cafeterías y restaurantes.
Pintoresco y ordenado, el mercado de Santa Fe es pequeño y acogedor. Allí puedes encontrar una gran variedad de productos locales de gran calidad, tomar desayunos y comidas y también comprar regalos artesanales únicos.
La idea es viajar por la carretera High Road hacia Taos, localidad situada a unos 170 kilómetros de Santa Fe, para descubrir asentamientos indígenas y antiguos pueblos de arquitectura colonial española. Además de conocer edificios históricos, es posible comprar productos artesanales auténticos.
Hay numerosos casinos en Santa Fe, muchos de ellos dirigidos por nativos americanos. Son una alternativa de ocio tradicional en la región, así que es un buen plan probar suerte o, simplemente, disfrutar de su atmósfera. El más grande es del hotel Hilton Santa Fe Buffalo Thunder.
Acércate a esta región, situada unos 60 kilómetros al noroeste de Santa Fe, para recorrer sus más de 13 000 hectáreas de cañones y colinas. Allí descubrirás petroglifos, viviendas y otras obras de albañilería de culturas indígenas, que fueron construidas hace más de 11 000 años.
Esta es una vieja zona fabril que vivió un período de abandono, y hoy es un placer pasear por sus calles. La zona palpita a un ritmo contemporáneo, gracias a que los antiguos almacenes se han convertido en estudios de arte, tiendas de libros y antigüedades, cafeterías y restaurantes.
Pintoresco y ordenado, el mercado de Santa Fe es pequeño y acogedor. Allí puedes encontrar una gran variedad de productos locales de gran calidad, tomar desayunos y comidas y también comprar regalos artesanales únicos.
La idea es viajar por la carretera High Road hacia Taos, localidad situada a unos 170 kilómetros de Santa Fe, para descubrir asentamientos indígenas y antiguos pueblos de arquitectura colonial española. Además de conocer edificios históricos, es posible comprar productos artesanales auténticos.
Hay numerosos casinos en Santa Fe, muchos de ellos dirigidos por nativos americanos. Son una alternativa de ocio tradicional en la región, así que es un buen plan probar suerte o, simplemente, disfrutar de su atmósfera. El más grande es del hotel Hilton Santa Fe Buffalo Thunder.
Para saborear platos de la gastronomía tradicional del sudoeste acércate al restaurante Five & Dime General Store, donde podrás probar el Frito Pie por $ 10. Tomasita's, por su parte, prepara deliciosa comida típica de Nuevo México, y sus platos cuestan unos $ 11. Recuerda que los desayunos son muy importantes y abundantes en Nuevo México, así que no te pierdas los que sirven en Tia Sophia's. Se trata de un clásico diner o cafetería decorada en estilo tradicional mexicano, donde puedes pedir huevos rancheros, tortillas en salsa de chile, enchiladas y otros sabrosos platos. Sus menús de desayunos o comidas cuestan unos $ 10.
Santa Fe tiene un clima agradable durante todo el año. Sus inviernos son suaves, y la época estival es cálida. Las lluvias se concentran en los meses de julio y agosto.
Todo el año hay diversos festivales y eventos en Santa Fe. Cada octubre se lleva a cabo la colorida celebración del Día de los Pueblos Indígenas de Santa Fe, y en diciembre se organiza el Mercado Indio de Invierno. Además, es posible asistir a animadas fiestas navideñas en varios pueblos de los alrededores.
El aeropuerto municipal de Santa Fe (SAF) opera vuelos diarios de enlace con Dallas / Fort Worth, Phoenix y Denver. La distancia entre el aeropuerto y el centro de Santa Fe es de poco más de 16 kilómetros, y puede cubrirse en 16 minutos mediante un autobús cuyo billete cuesta $ 14. El viaje en tren dura aproximadamente 30 minutos, y el precio del billete oscila entre $ 23 y $ 29, mientras que en taxi se llega en poco más de 15 minutos por una tarifa de alrededor de $ 32.
Santa Fe está conectada a Albuquerque por una línea ferroviaria de New Mexico Rail Runner Express. Un billete simple desde la estación central de Albuquerque hasta la estación Santa Fe Depot cuesta $ 9.
Santa Fe está conectada con el resto de Nuevo México por la carretera I-25. Aunque ten en cuenta que sus condiciones pueden verse alteradas por la nieve durante el invierno.
Santa Fe tiene servicios de autobús limitados a otras ciudades en el suroeste. El billete de autobús desde Lamy, por ejemplo, cuesta alrededor de $ 15.
1. La Plaza. Así se llama el centro histórico de la ciudad. Es célebre por sus edificios de adobe y porque está repleto de boutiques de lujo, galerías y restaurantes.
2. La histórica Guadalupe. Se extiende al oeste del distrito La Plaza y alberga algunos de los edificios más famosos de la ciudad, además de aglutinar la escena artística de Santa Fe. Aquí también se encuentra el mercado.
3. Cerrillos Road. Se trata del bulevar más transitado y animado de la ciudad. En esta importante arteria se alinean muchos de los modernos hoteles de Santa Fe, entre ellos el Days Inn by Wyndham Santa Fe New Mexico, restaurantes y tiendas de todo tipo.
Santa Fe cuenta con un eficiente servicio de autobuses urbanos. La compañía North Central Regional Transit District ofrece servicios de transporte local gratuitos de lunes a viernes. En general, el precio de los billetes urbanos es de $ 1, y es posible comprar pases de un día por $ 2.
La tarifa de los taxis asciende a $ 2,50 por la bajada de bandera, y luego se añaden $ 2,24 por cada kilómetro recorrido.
Las carreteras de Santa Fe permiten una conducción sencilla. El único inconveniente de moverte en coche podría ser encontrar aparcamiento con facilidad durante el verano. En compañías de alquiler de vehículos como Alamo y Hertz puedes reservar un turismo por unos $ 50 al día.
En el centro es posible encontrar diversidad de tiendas especializadas, que ofrecen libros, juguetes, artesanías y objetos de arte. Si te apetece visitar tiendas de segunda mano, centros comerciales y tiendas más grandes, deberás acercarte a Cerrillos Road y a Zafarano Road.
En Santa Fe presta servicios la cadena Walmart. Además, hay otros supermercados, como El Dorado Supermarket, y establecimientos de alimentación más pequeños. Para orientarte con los precios estima que un litro de leche cuesta $ 0,77; una barra de pan blanco, $ 2,76; y una docena de huevos, $ 3,50.