Cualquier aspecto de Lyon merece ser destacado. Los habitantes de la tercera ciudad más grande de Francia pueden sentirse afortunados, y es que esta localidad del centro del país reúne desde una arquitectura relevante hasta el encanto y la magia de barrios como Vieux Lyon.
Además, la localidad está situada en un valle fluvial de gran encanto y es uno de los centros culturales del país. Salones llenos de obras de arte o espacios que celebran a figuras francesas de la importancia de los hermanos Lumière son solo algunos aspectos de una ciudad en la que el arte es algo tan cotidiano como esencial.
En definitiva, Lyon es una combinación de toda la excelencia que atesora Francia, un lugar ideal para disfrutar de una escapada diferente en la que poder relajarse en la naturaleza o contemplar edificios capaces de sobrecoger a cualquiera.
Recorrer las calles empedradas del Quartier Saint-Jean o llegar a los pasajes cubiertos o traboules de Croix-Rousse son experiencias inolvidables. El centro de Lyon ofrece estas joyas y muchas otras que descubrirás cuando emprendas tu viaje.
Es posible que en toda Francia la única ciudad que compita directamente con Lyon sea la misma París en lo que a nivel cultural se refiere. Algunos de los museos más destacados de la ciudad son el de Bellas Artes, el Museo de Historia y el Museo de las Marionetas del Mundo, espacios cuya visita se recomienda durante la estancia.
El cine es hoy el medio artístico más extendido en el mundo, por lo que ahondar en sus orígenes siempre resulta estimulante. Lyon es una de las ciudades en las que surgió el Séptimo Arte, algo que puede comprobarse en lugares como la casa de los hermanos Lumière o el Museo de Miniaturas del Cine.
La comida en Lyon es de tal calidad que no hay que dejar pasar la oportunidad de visitar los restaurantes tradicionales o los más modernos como el Tout les Couleurs. Por supuesto, los vinos del centro de Francia también son fundamentales en esta experiencia culinaria.
Lyon es una de esas ciudades que se transforman cuando se pone el sol. Conciertos, fiestas y todo tipo de eventos llenan salas y bares como L'Horloge o el pub Saint James. ¡Aprovecha este ambiente para disfrutar al máximo!
Lyon fue uno de los grandes centros del Renacimiento en toda Europa, algo que aún puede percibirse deambulando por dos de los barrios más antiguos de la ciudad. El trazado de ambos sigue intacto desde la Edad Media, por lo que es buena idea dedicar unas cuantas jornadas para descubrir los trazos de dos de los vecindarios más destacados de esa época en toda Europa.
Se trata del principal museo de la ciudad y el edificio que ocupa, un convento del siglo XVII, es ya una obra de arte en sí mismo. En las salas de este recinto se pueden encontrar desde piezas del antiguo Egipto hasta obras de los grandes maestros flamencos y de varios artistas franceses. Sin duda, una visita única.
La plaza Bellecour es uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad. Salir de la Edad Media del Vieux Lyon y descubrir el refinamiento del siglo XIX en una plaza diseñada por François-Frédéric Lemot en 1825 resulta perfecto para descubrir la cara más reciente de la historia de esta ciudad del centro de Francia.
La Segunda Guerra Mundial dejó heridas muy notables en toda Francia. Lyon inauguró en los años noventa el Centro de Historia de la Resistencia y la Deportación. Sería una excelente idea visitar este lugar para comprender los estragos de la contienda bélica en la zona y cómo vivieron sus habitantes este periodo.
Lyon cuenta con un buen número de parques, pero ninguno tan especial como el de Tête d'Or abierto al público en 1857. Sus grandes avenidas están repletas de plantas realmente bellas y salpicadas de edificios como los invernaderos o la casa de campo edificada en 1894.
Lyon fue uno de los grandes centros del Renacimiento en toda Europa, algo que aún puede percibirse deambulando por dos de los barrios más antiguos de la ciudad. El trazado de ambos sigue intacto desde la Edad Media, por lo que es buena idea dedicar unas cuantas jornadas para descubrir los trazos de dos de los vecindarios más destacados de esa época en toda Europa.
Se trata del principal museo de la ciudad y el edificio que ocupa, un convento del siglo XVII, es ya una obra de arte en sí mismo. En las salas de este recinto se pueden encontrar desde piezas del antiguo Egipto hasta obras de los grandes maestros flamencos y de varios artistas franceses. Sin duda, una visita única.
La plaza Bellecour es uno de los rincones más emblemáticos de la ciudad. Salir de la Edad Media del Vieux Lyon y descubrir el refinamiento del siglo XIX en una plaza diseñada por François-Frédéric Lemot en 1825 resulta perfecto para descubrir la cara más reciente de la historia de esta ciudad del centro de Francia.
La Segunda Guerra Mundial dejó heridas muy notables en toda Francia. Lyon inauguró en los años noventa el Centro de Historia de la Resistencia y la Deportación. Sería una excelente idea visitar este lugar para comprender los estragos de la contienda bélica en la zona y cómo vivieron sus habitantes este periodo.
Lyon cuenta con un buen número de parques, pero ninguno tan especial como el de Tête d'Or abierto al público en 1857. Sus grandes avenidas están repletas de plantas realmente bellas y salpicadas de edificios como los invernaderos o la casa de campo edificada en 1894.
Para probar los platos tradicionales de carne lo mejor es visitar tabernas típicas como La Mère Jean o Chabert et Fils. Sin embargo, Lyon cuenta con una gastronomía vanguardista muy activa que puede descubrirse en restaurantes como Gang Nam o Momento Sapori E Vini. Comerás en un restaurante de nivel medio por entre 20 y 25 EUR por persona.
El clima en Lyon no presenta demasiadas complicaciones, aunque los inviernos pueden resultar algo lluviosos. La mejor época para visitar la ciudad es la que va de junio a julio, ya que es cuando hay una temperatura más agradable y se celebran conciertos y espectáculos al aire libre en todos los barrios de la ciudad.
El aeropuerto Lyon-Saint-Exupéry (LYS) es el que da servicio a la ciudad y está conectado con el centro histórico de forma muy eficiente. La mejor opción para moverse es la que ofrece el tren Rhônexpress que tarda 30 minutos en completar el trayecto por 15,90 EUR. El autobús 1950 es lo más económico, ya que cuesta 4,80 EUR por viajero, mientras que un taxi puede llegar a costar 50 EUR.
Lyon está conectada con París y otras ciudades francesas gracias al tren de alta velocidad TGV cuyo precio desde la capital del país asciende a 45 EUR. La estación Lyon-Perrache es a la que llegan estos convoyes y otros desde Marsella por 50 EUR.
Hay diversas opciones para llegar en coche, dada la posición central que Lyon ocupa en Francia. La A6 llega desde París, mientras que la A7 lo hace desde Marsella y la A89 desde Burdeos, por lo que resulta relativamente sencillo desplazarse en automóvil hasta Lyon.
El autobús es la forma más económica para llegar a Lyon. Empresas como Eurolines ofrecen servicios diarios hasta la estación de Lyon-Parrache desde Burdeos por 50 EUR aproximadamente o desde Niza por un mínimo de 25 EUR.
1. Presqu'île: ubicado entre las aguas de los ríos Ródano y Saona, este barrio es hoy uno de los grandes centros comerciales de la ciudad. El estilo neoclásico de sus calles y lugares de interés como la fuente Bartholdi son motivos para explorar esta zona.
2. Vieux Lyon: la zona medieval mantiene todo su encanto por su peculiar arquitectura, por lo que es perfecta para alojarse si quieres disfrutar del Lyon más genuino.
3. La Croix-Rousse: la zona norte de la ciudad está repleta de galerías abovedadas convertidas en un espacio histórico con infinidad de lugares de ocio y hoteles.
La red de transporte público de la ciudad es de gran eficiencia, por lo que los desplazamientos rara vez presentan complicaciones. La empresa TCL gestiona las 4 líneas de metro que permiten moverse por las zonas más importantes de Lyon. El billete tiene un coste de 1,80 EUR y los pases diarios cuestan 5,50 EUR.
Rápido y cómodo, el taxi en Lyon es una buena opción de transporte pero no muy económica. Tendrás que pagar 2 EUR por la bajada de bandera y en torno a 1 EUR más por cada kilómetro recorrido.
Un coche en Lyon es conveniente solo si pretendes realizar excursiones a lugares como Pérouges y otros cercanos. Hay sucursales repartidas por la ciudad de empresas como Enterprise o Sixt que ofrecen vehículos desde 13 EUR al día.
La tradición comercial de Lyon se mantiene intacta en la actualidad, por lo que es el lugar perfecto para comprar joyas o moda francesa. Calles como Rue du Président Édouard Herriot o la Rue Victor Hugo concentran buena parte de las tiendas de la ciudad. El coste de algunas actividades cotidianas como tomar un café en la calle es de 2,50 EUR, mientras que comprar una botella de agua sale por 1 EUR, aproximadamente. Para hacer minicompras en supermercados, hallarás todo lo básico y más en los establecimientos de las cadenas Casino y Carrefour presentes en la ciudad.