Bosnia y Herzegovina es un país cargado de naturaleza y con una arquitectura que combina influencias de Oriente y Occidente. Practica excursionismo en Bihać, esquía en Zenica y repón fuerzas con una taza del tradicional café bosníaco.
Mostar destaca por su arquitectura otomana, con edificios como la Casa Muslibegovic y las mezquitas de Koski Mehmed Pasha y Karadjoz-Bey. En el Puente Viejo, que une las dos mitades de la ciudad, cada mes de julio se celebra una competición de salto.
Situadas en el río Trebižat, estas cascadas son un espectáculo natural que se disfruta especialmente en primavera. Es posible bañarse en sus aguas y practicar kayak.
Con su atmósfera oriental, la capital del país encierra un laberinto de edificios religiosos, memoriales y museos históricos. Destacan la ciudad vieja, la mezquita de Bey y la Fortaleza Amarilla, desde la que se puede obtener una vista excelente de la ciudad.
Esta fortaleza otomana del siglo XVI domina el valle del Una. Además de su recinto amurallado y su jardín de esculturas, también puede visitarse el interior del edificio, que alberga muebles, objetos históricos y una colección de retratos.
Ciudad famosa por su vino, Trebinje alberga el puente otomano de Hajdar-begova Ćuprija y el complejo monástico de Hercegovačka Gračanica. En el río Trebišnjica que la atraviesa, pueden practicarse deportes acuáticos.
Los meses de julio y agosto son calurosos y concentran el mayor flujo de turismo, mientras que, entre abril y junio, las temperaturas son más suaves y se pueden practicar actividades al aire libre sin sofocarse. Para realizar deportes en la nieve, visitar el país de enero a marzo es lo ideal.
Los ciudadanos de la Unión Europea solo necesitan un carné de identidad para entrar en el país y pueden permanecer hasta noventa días.
Lufthansa, Croatia Airlines y Turkish Airlines ofrecen vuelos desde Madrid y Barcelona a Sarajevo. Los vuelos desde España prevén una escala y tienen una duración media de tres horas y cuarenta minutos.
Algunas compañías, como Centrotrans y Globtour operan rutas con Francia, Alemania y Austria, y hay autocares diarios entre Sarajevo y algunas ciudades balcánicas, como Zagreb, Dubrovnik, Belgrado y Liubliana.
Además de hoteles, hostales y pensiones, Bosnia y Herzegovina cuenta con campings en plena naturaleza. Instalaciones como Balkana y Orljani permiten practicar senderismo, kayak, "rafting" y otras actividades al aire libre.
El transporte público en ciudades como Mostar y Sarajevo está constituido por autobuses y taxis. Los taxis tienen un precio inicial de unos 1,90 BAM (0,90 EUR, más o menos) y 1,20 BAM (alrededor de 0,60 EUR) por kilómetro recorrido.
Algunas líneas ferroviarias todavía no están operativas, pero otras funcionan regularmente. Desde Sarajevo, es posible desplazarse a ciudades como Mostar, Bihać y Zenica. En el trayecto de Sarajevo a Mostar, se invierte alrededor de una hora y cincuenta minutos y el billete cuesta unos 11,90 BAM (6 EUR, aproximadamente).
Es el medio más habitual para desplazarse por el país. Globtour, Autoprevoz-bus y Centrotrans, entre otras, operan en todo el territorio. Un billete de Zenica a Sarajevo cuesta unos 9,80 BAM (alrededor de 5 EUR) y el viaje dura alrededor de hora y media.
Aunque es posible alquilar un coche para recorrer los lugares más inaccesibles, conviene conducir siempre por carretera y evitar las vías sin señalizar. Para alquilar un coche en Bosnia y Herzegovina hay que ser mayor de veintiún años y estar en posesión de un carné válido. Se puede alquilar un vehículo a partir de 12 BAM (más o menos, 6,20 EUR) al día.
El pago con tarjeta está extendido y en muchos negocios también aceptan el pago en euros. Un menú del día cuesta unos 7 BAM (unos 3,60 EUR) y una cerveza, 3,50 BAM (1,80 EUR), aproximadamente.