Pekín es una ciudad emocionante en la que visitar palacios antiguos, contemplar exquisitas obras de cerámica de Ming, cenar en los mejores restaurantes chinos del mundo y disfrutar de un atmósfera singular.
Ofrece impresionantes monumentos históricos como la Ciudad Prohibida, magníficos museos como el Nacional y mercados extensos como el de pulgas Panjiayuan, donde puedes encontrar todo tipo de antigüedades chinas, ropa y artesanías.
Además, posee una próspera escena musical, con barrios como Tongzhou que están llenos de clubes. Y hay jardines de lavanda como Blues Manor, maravillosos oasis de serenidad para el verano.
Pekín lleva siendo la capital de China más de 700 años, por lo que presenta muchos hitos históricos. La "Ciudad Prohibida", el hogar de los gobernantes imperiales Ming y Manchú, es un enclave muy famoso. Otras joyas menos conocidas, pero igualmente imponentes, son las Tumbas Ming, el Observatorio Antiguo y las casas del acantilado del condado de Yanqing.
Pekín es un paraíso para los amantes de los museos y galerías. Explora el enorme Museo Nacional y otros lugares más pequeños, como el encantador Museo de las Abejas en el jardín botánico, el Museo de la Aviación, el Centro Ullens de Arte Contemporáneo y la Comuna de Pekín.
La capital china es un gran lugar para entretener a los visitantes más jóvenes. Abundan los parques de atracciones, incluido Happy Valley, y el acuático Happy Magic Water Cube. También hay atracciones exóticas, como la tenebrosa Ciudad Subterránea, para toda la familia.
La comida china es famosa en todo el mundo, pero los mejores chefs chinos se encuentran en Pekín. No te pierdas el pato Pekín del restaurante Bianyifang, ni los fideos Zhájiàng. Cada barrio tiene sus propias referencias gastronómicas, así que explóralos libremente.
Presencia un espectáculo en la Ópera Estatal de Beijing, disfruta las noches de DJ en clubes como Yugong Yishan o saborea una copa de vino mientras escuchas jazz en Modernista. Admira a los monjes de Shaolin interpretando espectáculos de kung fu en el Teatro Rojo, o incluso acrobacias increíbles en el Teatro Chaoyang.
Envuelta por un halo magnético de otra época, la Ciudad Prohibida está en el corazón de Pekín. Cuenta con un vasto conjunto de edificios antiguos, todos milagrosamente bien conservados. Si quieres conocer lugares más actuales, visita la Plaza Tiananmén y su fabulosa puerta, desde el Monumento a los Héroes del Pueblo hasta el Mausoleo de Mao Zedong. La historia del país está a tu alcance. Y no te pierdas el Museo Nacional ni el Centro para las Artes Escénicas.
Este céntrico y encantador parque público cuenta con un magnífico lago. Los jardines imperiales del parque Belhai tienen casi 1000 años de historia, pero solo se abrieron al público en el siglo XX. Desde Jade Flower Island hasta los innumerables pabellones que salpican el paisaje, hay un sinfín de lugares históricos por descubrir al visitarlos.
La Gran Muralla China es una auténtica maravilla, una visita obligada e intemporal en Pekín. Organiza una excursión de un día, hacia el norte, para moverte por esta imponente pared que serpentea por increíbles laderas, ascender sus escalones desgastados por el tiempo y explorar la historia china.
En el centro de hermosos jardines chinos se localiza el Templo del Cielo, con algunos de los monumentos más impresionantes de Pekín. Sus edificios del siglo XV se remontan a la época imperial, si bien destacan por su interiores coloridos y su estética de celebración. La historia, la arquitectura y la fe convergen en este lugar.
El parque real más grande de China es el escenario de este hermoso palacio de Verano, construido en el siglo XVIII. Cada centímetro es absolutamente lujoso. Encontrarás un paisaje bien mantenido según las normas de la horticultura tradicional china. Camina por el exuberante parque para encontrar miradores excepcionales. El lago Kunming brilla desde todas las perspectivas y las obras de arte lujosas le agregan un plus de belleza.
Envuelta por un halo magnético de otra época, la Ciudad Prohibida está en el corazón de Pekín. Cuenta con un vasto conjunto de edificios antiguos, todos milagrosamente bien conservados. Si quieres conocer lugares más actuales, visita la Plaza Tiananmén y su fabulosa puerta, desde el Monumento a los Héroes del Pueblo hasta el Mausoleo de Mao Zedong. La historia del país está a tu alcance. Y no te pierdas el Museo Nacional ni el Centro para las Artes Escénicas.
Este céntrico y encantador parque público cuenta con un magnífico lago. Los jardines imperiales del parque Belhai tienen casi 1000 años de historia, pero solo se abrieron al público en el siglo XX. Desde Jade Flower Island hasta los innumerables pabellones que salpican el paisaje, hay un sinfín de lugares históricos por descubrir al visitarlos.
La Gran Muralla China es una auténtica maravilla, una visita obligada e intemporal en Pekín. Organiza una excursión de un día, hacia el norte, para moverte por esta imponente pared que serpentea por increíbles laderas, ascender sus escalones desgastados por el tiempo y explorar la historia china.
En el centro de hermosos jardines chinos se localiza el Templo del Cielo, con algunos de los monumentos más impresionantes de Pekín. Sus edificios del siglo XV se remontan a la época imperial, si bien destacan por su interiores coloridos y su estética de celebración. La historia, la arquitectura y la fe convergen en este lugar.
El parque real más grande de China es el escenario de este hermoso palacio de Verano, construido en el siglo XVIII. Cada centímetro es absolutamente lujoso. Encontrarás un paisaje bien mantenido según las normas de la horticultura tradicional china. Camina por el exuberante parque para encontrar miradores excepcionales. El lago Kunming brilla desde todas las perspectivas y las obras de arte lujosas le agregan un plus de belleza.
Salir a cenar es una de las actividades más populares y atractivas en Pekín. Si busca pato Pekín auténtico y crujiente, acude al Liqun Roast Duck. También debes probar la cocina gourmet de Xinjiang en el restaurante Turpan, las delicias de estilo Sichuán en Zhang Mama y las exquisitas albóndigas al estilo pekinés en Din Tai Fung. Normalmente, pagarás entre ¥ 50 y 100.
Pekín tiene atracciones todo el año. Sin embargo, el verano puede resultar extremadamente caluroso y la contaminación atmosférica empeora. Es mejor ir en primavera u otoño. También junio es un buen momento: la temperatura es suave y las flores de lavanda adquieren su color, ofreciendo mejores experiencias.
La mayoría de los visitantes norteamericanos aterrizan en el aeropuerto internacional de Pekín Capital, ubicado a unos 26 kilómetros al noreste del centro. La mejor opción de traslado es el tren Airport Express, por ¥ 25. Coger un taxi sale por ¥ 90.
Si viajas desde Hong Kong o Shanghai, tomar el tren es una forma maravillosa de desplazarte. La red ferroviaria china es moderna y fiable, y el paisaje impresionante. Los trenes de alta velocidad del sur llegarán a la estación de ferrocarril de Beijing Oeste, que conecta con las líneas de metro 7 y 9.
Si has decidido conducir desde ciudades del sur como Shanghai, la mejor vía es, probablemente, la G106, que va desde Guangdong y Shenzhen. La G102 y la G103 llegan a Pekín desde capitales del norte como Harbin, mientras que la G108 atraviesa la parte suroeste del país.
Pekín es, en sí misma, una importante terminal de autobuses a la que puedes viajar desde casi cualquier parte de China. Eso sí, como hay 20 estaciones de autobuses de larga distancia distintas, debes consultar bien antes de viajar a cuál vas a llegar y cómo desplazarte luego hasta tu alojamiento.
1. Dongcheng abarca la mitad oriental del centro de Pekín y es el principal barrio turístico. Incluye la Ciudad Prohibida y la Plaza de Tiananmén, cuenta con distritos de restaurantes como Dongzhimen y ofrece los hermosos templos budistas de Yonghegong.
2. Xicheng, en la parte occidental del centro de Pekín, es un barrio cultural que incluye el Teatro del Pueblo, el Palacio de la Juventud de Pekín y el impresionante Centro Nacional de Artes Escénicas, así como el zoo y numerosos museos.
3. Chaoyáng es la zona de negocios de Pekín y un barrio concurrido que fue sede de los Juegos Olímpicos de 2008. Además de la Villa Olímpica, encontrarás en él la zona artística 798, las excelentes oportunidades comerciales de Sanlitun y el icónico edificio CCTV.
Pekín tiene un excelente sistema de transporte público. El metro, espléndido, cuesta entre ¥ 3 y 9 por viaje. Sus 17 líneas cubren toda la ciudad, pero recuerda que cierra sobre las 23:15 h. ¡Ahórrate mucho dinero obteniendo una tarjeta de prepago por ¥ 20.
Los taxis son asequibles y abundantes, y una excelente forma de viajar cuando el metro cierra. La bajada de bandera es ¥ 13, con una coste de ¥ 4 por cada 1,6 km.
Conducir en Pekín es todo un desafío, con frecuentes atascos y conductores erráticos. Además, necesitas obtener una licencia china de conducción. Resuelta la burocracia, resulta útil, sobre todo, para visitar la Gran Muralla. Las empresas de alquiler más habituales son Avis y China Auto Rental.
En Pekín puedes comprar en mercados como el de la Seda, el de pulgas de Panjiayuan o el de Hong Qiao, así como en complejos de lujo como el Oriental Plaza. ¿Quieres encontrar estupendas gangas? Ve a Sanlitun Village. Y no te pierdas el espectacular mercado de antigüedades de Liulichang.
Entre los supermercados pekineses figuran Walmart, Carrefour, Auchan y Jenny Lou's. Pagarás ¥ 14 por 12 huevos y ¥ 5 por medio litro de cerveza nacional.